Y los nombres secretos
de todos aquellos que conocemos y nos conducen
más adentro en nuestro laberinto
de valles y montañas, valles que serpentean
y montañas escarpadas-
sus nombres ocultos siempre son,
como Proverbio, promesas.
Runa, Presagio, Fábula, Parábola,
aquél que apenas conocemos
por un instante crucial, una mirada,
o durante años sin reconocerlo
y del que, más tarde, una palabra
nos canta
como desde lo alto entre las hojas,
cerca, pero más allá de la vista
arrastrándonos de árbol en árbol
hacia el tiempo y el lugar desconocido
donde sabremos
qué está por llegar.
(de "New Selected Poems", Bloodaxe Books, 2003.)
Versión en castellano de Sandra Toro
Versión en castellano de Sandra Toro
'I learned that her name was Proverb'
And the secret names
of all we meet who lead us deeper
into our labyrinth
of valleys and mountains, twisting valleys
and steeper mountains—
their hidden names are always,
like Proverb, promises.
Rune, Omen, Fable, Parable,
those we meet for only
one crucial moment, gaze to gaze,
or for years know and don’t recognize
but of whom later a word
sings back to us
as if from high among leaves,
still near but beyond sight
drawing us from tree to tree
towards the time and the unknown place
where we shall know
what it is to arrive.
N. de la T.
La frase que da título al poema pertenece a Thomas Merton y hace referencia a un sueño que relata en una carta a Boris Pasternak:
"Soñé que estaba sentado junto a una jovencita judía de catorce o quince años, y de pronto manifestaba un afecto profundo hacia mí y me abrazaba de modo que me conmovía hasta lo más hondo de mi alma. Supe que su nombre era 'Proverbio', lo que me pareció muy simple y hermoso. Y pensé: es de la casta de Santa Ana".
(Thomas Merton: I Have Seen what I was Looking for : Selected Spiritual Writings By Thomas Merton, M. Basil Pennington, New City Press, 2005.)
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