domingo, 26 de septiembre de 2010

UNA MUJER SOLA (fragmento)




Cuando no está segura de 
con cuál de los dos amantes sintió este
o aquél momento de placer, de eso feroz corriéndole
de la cabeza a los talones, como la llama blanca
de una cascada que raya una ladera
vista desde un auto que cruza un valle,
cambia de velocidad, bordea un precipicio,
trepa…

Cuando puede sentarse o caminar por horas
después de una película
hablando con amigos seriamente
entre ataques de risa, sin preocuparse
porque es tarde, y cenar a medianoche,
gastar el tiempo sin contar el vuelto…
Cuando la mitad de su cama está cubierta de libros
y a nadie desvela la luz del velador
y descuelga el teléfono para dormir hasta el mediodía…

Entonces
la autocompasión se seca, la impulsa
una alegría sin mancha de culpa.
Tiene miedo pero no a la soledad,
miedo de cómo enfrentar la vejez
del cuerpo –cómo enfrentar
espejos y fotógrafos. Se siente
tanto más joven y hermosa
de lo que se ve. En su hora más feliz
– o en medio de
una hora menos que feliz , sudando
paciente en la ciudad bajo una ola de calor
o escuchando los gorriones al amanecer, monótono
y gris, el sonido de la fatiga. –

Una especie de euforia sosegada la lleva a creer
en su futuro de mujer mayor, como una peregrina,
bronceada y con arrugas,
perdidos los pequeños lujos de mitad de la vida,
observando los ríos y las ciudades, 
la gente y las montañas (…)



 Versión en castellano de Sandra Toro



A Woman Alone

When she cannot be sure/which of two lovers it was with whom she felt/this or that moment of pleasure, of something fiery/streaking from head to heels, the way the white/flame of a cascade streaks a mountainside/seen from a car across a valley, the car/changing gear, skirting a precipice,/climbing .../When she can sit or walk for hours after a movie/talking earnestly and with bursts of laughter/with friends, without worrying/that it's late, dinner at midnight, her time/spent without counting the change .../When half her bed is covered with books/and no one is kept awake by the reading light/and she disconnects the phone, to sleep till noon .../Then/selfpity dries up, a joy/untainted by guilt lifts her./She has fears, but not about loneliness;/fears about how to deal with the aging/of her body—how to deal/with photographs and the mirror.She feels/so much younger and more beautiful/than she looks. At her happiest/—or even in the midst of/some less than joyful hour, sweating/patiently through a heatwave in the city/or hearing the sparrows at daybreak, dully gray,/toneless, the sound of fatigue—/a kind of sober euphoria makes her believe/in her future as an old woman, a wanderer,/seamed and brown,/little luxuries of the middle of life all gone,/watching cities and rivers, people and mountains,(…)


(de “Selected Poems” ,


New Directions Publishing Corporation, 2003).