domingo, 26 de diciembre de 2010

PARA EL AÑO NUEVO, 1981



Tengo un granito de esperanza—
un cristal chiquito que destella
colores claros desde su transparencia.

Necesito más.

Rompo un fragmento
para mandártelo.

Por favor tomá
este grano de un grano de esperanza
para que la mía no se reduzca.

Por favor compartí tu fragmento
para que la tuya crezca.

Solo así, por división,
la esperanza va a aumentar,

como una mata de lirios que deja de florecer
a menos que distribuyas
las raíces apiñadas, el origen insólito—
burdo y cubierto de tierra—
de la gracia.


Versión en castellano de Sandra Toro





FOR THE NEW YEAR, 1981


I have a small grain of hope—
one small crystal that gleams
clear colors out of transparency.

I need more.

I break off a fragment
to send you.

Please take
this grain of a grain of hope
so that mine won’t shrink.

Please share your fragment
so that yours will grow.

Only so, by division,
will hope increase,

like a clump of irises, which will cease to flower
unless you distribute
the clustered roots, unlikely source—
clumsy and earth-covered—
of grace.







©DENISE LEVERTOV (Poems 1972-1982, New Directions, 2001).







miércoles, 15 de diciembre de 2010

LO QUE ELLA NO PUDO DECIRLE


Yo quería
conocer cada hueso de tu columna, cada
poro de tu piel,
los zarcillos que formaba tu vello.
Dejar
que mi piel entera, mis manos,
mis tobillos, hombros, pechos,
hasta mi sombra,
quedaran impresos para siempre
con eso de vos que
para siempre me será desconocido.
Acunar tu sueño.



What She Could Not Tell Him

I wanted/ to know all the bones of your spine, all/ the pores of your skin,/ tendrils of body hair./ To let/ all of my skin, my hands,/ ankles, shoulders, breasts,/ even my shadow,/ be forever imprinted/ with whatever of you/ is forever unknown to me./ To cradle your sleep. 

from "The Freeing of the Dust", 1975




              

viernes, 10 de diciembre de 2010

UNA NOTA PARA OLGA


De plomo y esmeralda
es el relicario
que golpea mi esternón,

colgado de mi cuello
en una soga tosca e invisible
que raspa el montículo de mi columna.

Aunque te olvide
un ascua de tu fuego
arde en esa caja.


2

Por la vereda del Times Square
avanzamos con pancartas
– Paren la Guerra –
colgadas en el cuello.

Los policías
corren,
hombro con hombro,
tan cómicos.

Tu voz de soprano
canta justo
detrás de mí –

Vamos – me doy vuelta,
y, sé muy bien
que no estás,

tu voz, dicen,
se volvió ronca
de gritar en la multitud…

a vencer *llega
a sonar ronco después
desde algún lugar más adelante,

El patrullero
se abre.—Parece que
es a vos a quien levantan

laxa y febril
de la nieve oscura,
y empujan dentro, y se llevan. 

(1966) 

*We shall Overcome (En castellano: Venceremos. Traducido aquí como: Vamos a vencer) es el nombre de una canción de protesta que se convirtió en un himno del Movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos.


A note to Olga


i

Of lead and emerald/ the reliquary/ that knocks my breastbone,// slung round my neck/ on a rough invisible rope/ that rubs the knob of my spine.// Though I forget you/ a red coal from your fire/ burns in that box.

ii

On the Times Square sidewalk/ we shuffle along, cardboard signs/ – Stop the War –/ slung round our necks.// The cops/ hurry about,/ shoulder to shoulder,/ comic.// Your high soprano/ sings out from just/ in back of me—//We shall—I turn/, you’re, I very well know,/ not there,/ and your voice, they say/ grew hoarse/ from shouting at crowds...// yet overcome/ sounds then hoarsely/from somewhere in front,/ the paddywagon/ gapes.— It seems/ you that is lifted/ limp and ardent/ off the dark snow/ and shoved in, and driven away.
 

(From “Selected Poems 1968-1972”
New Directions Publishing Corporation, 1987.)
















domingo, 5 de diciembre de 2010

LOS ESPÍRITUS SE APACIGUARON


Un peregrino llega por fin
a la cabaña del bosque donde se le prometió
que iría a recibirlo un sabio.
Y no hay nadie; pájaros y animales pequeños
aletean y desaparecen, y después vuelven a observar.
Ningún ojo humano sale a su encuentro.
Pero en la cabaña hay comida,
junto a los leños encendidos para mantener el calor,
prendas perfumadas para cambiarse
sus harapos de viaje
y un lecho de brezos de las montañas.
Él se queda ahí, esperando. Cada día, mientras duerme
el fuego se renueva y la olla se vuelve a llenar.
Recoge agua del pozo,
escribe sobre sus viajes, espera oír los pasos.
Poco a poco descubre
que el sabio ausente le habla,
está.
                                                Así
me hablaste vos, así —con un sobresalto—
supe que te oía. Cuando lo necesito,
un libro o una nota
aparece en mi mano, escrita por vos: hay mensajes
en los estantes del sótano, en cajas olvidadas
esperando hasta que los escuche.
                                      Tus espíritus se calman;
Ahora está mirando, se dicen,
Ahora empieza a ver.





Versión en castellano de Sandra Toro







The Spirits Appeased

A wanderer comes at last/ to the forest hut where it was promised/ someone wise would receive him./ And there's no one there; birds and small animals/ flutter and vanish, then return to observe./ No human eyes meet his./ But in the hut there's food,/ set to keep warm beside glowing logs,/ and fragrant garments to fit him, replacing/ the rags of his journey,/ and a bed of heather from the hills./ he stays there waiting.  Each day the fire/ is replenished, the pot refilled while he sleeps./ He draws up water from the well,/  writes of his travels, listens for footsteps./ Little by little he finds/ the absent sage is speaking to him,/ is present./ This is the way/you have spoken to me, the way-startled-/ I find I have heard you.  When I need it,/ a book or a slip of paper/ appears in my hand, inscribed by you: messages/ waiting on cellar shelves, in forgotten boxes/ until I would listen./ Your spirits relax;/ now she is looking, you say to each other,/ now she begins to see.






(From "Breathing the Water". New Directions Publishing Corporation, 1988).

































































































































jueves, 2 de diciembre de 2010

LA LLORONA


Ella llora por el brazo derecho que perdió.
Nunca más podrá escribir el alfabeto
en el pizarrón del jardín de infantes.

Ella llora por el brazo derecho que perdió.
Ya no podrá  sostener y acariciar a su bebé al mismo tiempo
nunca más.

Ella llora por el brazo derecho que perdió.
Le duele el muñón, y el costado.

Ella llora por el brazo derecho que perdió.
El izquierdo solo no puede empuñar un rifle
para ayudar a derribar el avión de combate.

Sobre el cielo extenso del Delta
la mano derecha que no está
escribe indeleble,
                             ‘América cruel,
mutilando nuestra tierra y nuestros cuerpos,
es tu alma la que destruís,
no la nuestra’. 





WEEPING WOMAN


She is weeping for her lost right arm./ She cannot write the alphabet any more/ on the kindergarten blackboard.// She is weeping for her lost right arm./ She cannot hold her baby and caress it at the same time/ ever again.// She is weeping for her lost right arm./ The stump aches, and her side./ She is weeping for her lost right arm./ The left alone cannot use a rifle/ to help shoot down the attacking plane.// In the wide skies over the Delta/ her right hand that is not there/ writes indelibly,/ ‘Cruel America,/when you mutilate our land and bodies,/ it is your own soul you distroy,/ not ours.






(From “The freeing of the dust”
New Directions Publishing Corporation, 1975)


















domingo, 28 de noviembre de 2010

LOS MOMENTOS DE PELIGRO






Ciertos días, ciertos momentos
vibran con fragilidad extrema.
Una delicadeza temblorosa
de roble y hierro. Esquirlas, trozos de vidrio
que se ciernen.
Vapores de granito.

Esos son los momentos de peligro:

Distintos del miedo a lo que hacemos, hicimos
o podamos hacer. Distintos de la percepción
de la mortalidad, de la cadencia final de las
frases vividas, de un continuo.

Estos están fuera del patrón.

¿Viste cuando los chicos y los ancianos
al dormir, a veces, paran
entre una respiración y otra?
Si conocés el terror
de estar mirando,
es así.

Como si el mundo fuese una idea
que Dios pensaba y después
ya no piensa más. La atención divina
se desvió. ¿Se reanudarán
respiración e idea?
                                     Lo hacen, por ahora.

                         







The Danger Moments

Some days, some moments/shiver in extreme fragility./A trembling brittleness/of oak and iron. Splinterings, glassy shatterings,/threaten./Evaporations of granite./These are the danger moments:// different from fear of what we do, have done,/may do. Different from apprehension/of mortality, the closing cadence/of lived phrases, a continuum.// These are outside the pattern.// You've heard the way infant and ancient sleepers/stop sometimes between/one breath and the next?/You know the terror/of watching them./It's like that.// As if the world were a thought/God was thinking and then/not thinking. Divine attention/turned away. Will breath and thought/resume?//They do, for now.






(de "Sands of the Well",  New Directions Publishing Corporation, 1996)














sábado, 20 de noviembre de 2010

EL MÉTIER DE FLORECER



Muy ocupado creciendo —así está
el amarilis. Creciendo, sobre todo
de noche: bastaría
un poquito más de la paciencia que tengo
para sentarse a mirarlo hasta el amanecer;
A simple vista se puede registrar un aumento 
de altura cada hora. Como un chico que, contra la puerta
de un establo, cada año supera su marca con orgullo,
sin cesar
cada tallo verde, terso, opaco,
con huellas de un púrpura rojizo en la base y surcos 
verticales, casi imperceptibles,
corriendo por toda su extensión:
de cada bulbo, dos tallos robustos
a veces acompañados por unas hojas macizas,
elegantes movimientos de espada de utilería.
Y en lo alto, los capullos grávidos, destellando en plenitud.

Una mañana – ¡y qué pronto! – al despertar,
la primera flor ya se abrió. O la atrapás suspendida
en un único, breve
instante de vacilación.
Al día siguiente, otra,
al principio tímida, como un potrillo,
e incluso una tercera, y una cuarta,
llevadas triunfalmente a la cima
de esas columnas firmes, cada una
una Juno, plácida en el brillo,
una gigante virgen de modesto esplendor.
¡Si los humanos pudieran
ser así, tan intensamente íntegros, pausados, sin distracciones,
veloces de puro
ímpetu inquebrantable! ¡Si floreciéramos
hacia afuera de nosotros mismos, sin dar
nada imperfecto, sin quedarnos con nada!



Versión en castellano de Sandra Toro



 

 

The Métier of Blossoming

Fully occupied with growing--that's/ the amaryllis. Growing especially/ at night: it would take/ only a bit more patience than I've got/ to sit keeping watch with it till daylight; / the naked eye could register every hour's/ increase in height. Like a child against a barn door, / proudly topping each year's achievement, / steadily up/ goes each green stem, smooth, matte,/ traces of reddish purple at the base, and almost/ imperceptible vertical ridges/ running the length of them: / Two robust stems from each bulb, / sometimes with sturdy leaves for company, / elegant sweeps of blade with rounded points./ Aloft, the gravid buds, shiny with fullness.// One morning--and so soon!--the first flower/ has opened when you wake. Or you catch it poised/ in a single, brief/ moment of hesitation. / Next day, another, / shy at first like a foal, / even a third, a fourth, / carried triumphantly at the summit/ of those strong columns, and each/ a Juno, calm in brilliance, / a maiden giantess in modest splendor. / If humans could be/ that intensely whole, undistracted, unhurried,/ swift from sheer/unswerving impetus! If we could blossom/ out of ourselves, giving/ nothing imperfect, withholding nothing!




(de This Great Unknowing, New Directions Publishing Corporation, 2000).





















sábado, 13 de noviembre de 2010

EL MATRIMONIO



I

Vos tenés mi
atención: lo cual es
una ternura, más allá
de lo que pueda decir. Y yo tengo
tu perseverancia con
            algo más allá de mí.
La fuerza
de tu compromiso nos alimenta —bajo
su alcance vivimos, tomando coraje
uno del otro.




II
Quiero hablarte a vos.
¿A quién más iba a hablarle?
Sos vos el que hace
un mundo del que hablar.
En tu calor
maduran las frutas —todas
las manzanas y las peras que crecen
sobre la pared sur
de mi cabeza. Si escuchás,
llueve para ellas, entonces
beben.
Si respondés,
las semillas
saltan a la tierra.
Hablá o hacé silencio: tu silencio

me va a hablar.


Versiones en castellano de Sandra Toro





THE MARRIAGE

You have my/ attention: which is/ a tenderness, beyond/ what I may say. And I have/ your constancy to/ something beyond myself./ The force/ of your commitment charges us –we live/ in the sweep of it, taking courage/ one from the other.

THE MARRIAGE II

I want to speak to you./ To whom else should I speak?/ It is you who make/ A world to speak of./ In your warmth the/ Fruits ripen –all the/ Apples and pears that grow/ On the south wall of my/ Head. If you listen/ It rains for them, then/ They drink. If you/ Speak in response/ The seeds/ Jump into the ground./ Speak or be silent: your silence/ Will speak to me.




(de "Selected Poems". New Directions Publishing Corporation, 2003)


















domingo, 7 de noviembre de 2010

ADIÓS A LA TOLERANCIA

Poetas geniales, graves intelectos
de cara sonrosada–
ustedes le dieron al mundo
algunos bocados de primera,
pedacitos de lenguaje presentados
como se presenta un bife de costilla
con cerezas jubilée.
Adiós, adiós,
                         no me importa
si jamás vuelvo a probar sus exquisiteces,
compañeros neutrales, visionarios de todos los bandos.
Tolerancia, qué crímenes
se cometen en tu nombre.

Y ustedes, buenas mujeres, pasteleras de los más lindos panes,
donantes de sangre. Sus migajas
me ahogan,  y no quisiera en mí
ni una gota de su sangre, la bombean
corazones débiles, pulsos perfectos que no vacilan
nunca: inmutables
ante una realidad de pesadilla.

Son mis hermanos y hermanas, esos
cuya sangre chorrea y se detiene
para siempre
porque ustedes optan por creer que no es asunto suyo.

Adiós, adiós,
sus poemas
cierran las boquitas,
sus panes se enmohecen,
un golfo abre
                         el suelo entre nosotros
y ustedes, sin un gesto, miran
para otro lado.
No nos vamos a volver a encontrar—
a menos que lo salten,
dejando atrás los queridos
gusanos de la apatía,
sus tibios sarcasmos,
su juicio imparcial
alegre, irónico, asesino,
¿Saltarlo, des-
equilibrada?...después,
cómo fluirían y se mezclarían
de gozo nuestras lágrimas 
fanáticas…
Enero, 1973.


Versión en castellano de Sandra Toro.





Goodbye to Tolerance

Genial poets, pink-faced
earnest wits—
you have given the world
some choice morsels,
gobbets of language presented
as one presents T-bone steak
and Cherries Jubilee.
Goodbye, goodbye,
                                   I don’t care
if I never taste your fine food again,
neutral fellows, seers of every side.
Tolerance, what crimes
are committed in your name.

And you, good women, bakers of nicest bread,
blood donors. Your crumbs
choke me, I would not want
a drop of your blood in me, it is pumped
by weak hearts, perfect pulses that never
falter: irresponsive
to nightmare reality.

It is my brothers, my sisters,
whose blood spurts out and stops
forever
because you choose to believe it is not your business.

Goodbye, goodbye,
your poems
shut their little mouths,
your loaves grow moldy,
a gulf has split
                          the ground between us,
and you won’t wave, you’re looking
another way.
We shan’t meet again—
unless you leap it, leaving
behind you the cherished
worms of your dispassion,
your pallid ironies,
your jovial, murderous,
wry-humored balanced judgment,
leap over, un-
balanced?. . .  then
how our fanatic tears
would flow and mingle
for joy . . .  

January, 1973





©DENISE LEVERTOV (Poems 1972-1982, New Directions, 2001).