Cuando los ratones se despiertan
y salen a hacer su trabajo de buscarse
la vida, las migas de la vida,
yo me siento en silencio en el cuarto de atrás
intentando calmar mi mente de su parloteo,
rumores y sucesos, y encontrar
vida, migas de vida, para nutrirla
hasta que, replegado en la quietud,
desde el santuario del desorden
habla el dios animal Ay,
pobres ratones— No les dejé
nada para ellos, ni pan,
ni grasa, ni un plato sin lavar.
Váyanse por las paredes a otras cocinas;
acá hagamos silencio.
Voy a sentarme en vela
a esperar al Gato
que con lengua humana
profiera oráculos inhumanos
o con sus garras, abra delicadamente
las cajas chinas, cada una de las cuales
contiene el Mundo y su sombra.
Versión en castellano de Sandra Toro
The Vigil
When mice awaken
and come out to their
work of searching
for life, crumbs of
life,
I sit quiet in my
back room
trying to quiet my
mind of its chattering,
rumors and events,
and find/
life, crumbs of life,
to nourish it
until in stillness, replenished,
the animal god within
the
cluttered shrine
speaks. Alas!
poor mice – I have
left
nothing for them, no
bread,
no fat, not an unwashed plate.
Go through the walls
to other kitchens;
let it be silent
here.
I’ll sit in vigil
awaiting the Cat
who with human tongue
speaks inhuman
oracles
or delicately, with
its claws, opens
Chinese boxes, each
containing
the World and its shadow.
©Denise Levertov (Collected Earlier Poems, 1940-1960, New Directions Publishing Corporation, 1979).
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