Pasé
toda la noche guiando a un ciego
por
un museo enorme
de
modo que (¿por túneles? ¿o por puentes interiores?
¡como
fuera!) pudiese evitar las calles,
las
avenidas más peligrosas, todo ese tráfico
caótico y
veloz... lo persuadía
de
dejarse llevar por otras puertas
distantes
aunque, una vez adentro, pasillos laberínticos,
escalones,
muebles y sillas sobresalidos y arcos de piedra
lo
desconcertaban al mencionárselos en cada viraje
y
para mí era difícil maniobrar entre
ellos
y alrededor. Mientras él no percibía nada,
yo
solamente veía los obstáculos, los objetos
con
puntas filosas; ni un solo cuadro, ni una credenza
tallada
ni un mártir de alabastro. Sin embargo
al
final, emergíamos en esa parte de la ciudad
a
la que se dirigía cuando tomé el mando;
se despedía agitando el sombrero y seguía calle arriba
golpeando
el suelo con su bastón. Yo me quedaba mirándolo
hasta
que la calle lo envolvía, preguntándome
si
lo habría logrado, y cuando desperté me seguía preguntando
que
parte de mí era él y quién era
esa
Yo que tomaba con él ese atajo tan largo
atravesando
sala tras sala de belleza con su ceguera
escondida
de mí como si nunca hubiera existido.
UNCERTAIN ONEIROMANCY
I spent the entire night leading
a blind man
through an immense museum
so that (by internal bridges, or
tunnels?
somehow!) he could avoid the
streets,
the most dangerous avenues, all
the swift
chaotic traffic . . .
I persuaded him
to allow my guidance, through to
the other
distant doors, though once
inside, labyrinthine corridors,
steps, jutting chests and chairs
and stone arches
bewildered him as I named them
at each swerve,
and were hard for me to
manoeuver him
around and between. As he could
perceive nothing,
I too saw only the obstacles,
the objects
with sharp corners; not one
painting, not one carved
credenza or limestone martyr.
We did at last
emerge, however, into that part
of the city
he had been headed for when I
took over;
he raised his hat in farewell,
and went on, uphill,
tapping his stick. I stood
looking after him,
watching as the street enfolded
him, wondering
if he would make it, and after I
woke, wondering still
what in me he was, and who
the I was that took that long
short-cut with him
through room after room of
beauty his blindness
hid from me as if it had never
been.
(de "Sands of the Well", New Directions Publishing, 1998.)
Versión en castellano de Sandra Toro