viernes, 7 de enero de 2011

SECRETO A VOCES



Quizás un día me permita
acercarme a la montaña —
oír las corrientes que bajan,
acostarme en una pradera en flor, y hasta
tocar la nieve con la mano.
O quizás no. No tengo necesidad de hacerlo.
Ya visité otras cumbres.
A esta no creo que haya que conocerla
escrutando de cerca, por el contacto de la mano o el pie 
ni del cuerpo extendido entero; ni por
conducta familiar alguna, o relación
con su geología o los estigmas de las rutas
que el hombre talló en sus flancos.
El poder de esta montaña está
en el secreto a voces de su remota
aparición, bajorelieve plateado
que va y viene como la luna en el horizonte,
siempre más alta y solitaria de lo que recuerdo.



OPEN SECRET

Perhaps one day I shall let myself/ approach the mountain—/ hear the streams which must flow down it,/ lie in a flowering meadow, even/ touch my hand to the snow./ Perhaps not. I have no longing to do so./ I have visited other mountain heights./ This one is not, I think, to be known/ by close scrutiny, by touch of foot or hand/ or entire outstretched body; not by any/ familiarity of behavior, any acquaintance/ with its geology or the scarring roads/ humans have carved in its flanks./ This mountain’s power/ lies in the open secret of its remote/ apparition, silvery low-relief/ coming and going moonlike at the horizon,/ always loftier, lonelier, than I ever remember.



(de "Evening Train" New Directions Publishing Corporation, 1992)








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