lunes, 1 de febrero de 2010

EL TREN DE LA NOCHE



-->
Un viejo duerme en el tren de la noche,
con la cabeza hacia atrás, la boca cerrada con discreción,
las manos juntas, los dedos entrelazados.
Esas manos grandes
descansan sobre el forro del abrigo de su esposa
que lo tiene abrazado, y la piel
parece un perro laxo, dócil y afectuoso.
El hombre es un campesino
con ropa de calle, moderadamente próspero---
rico para los estándares de su juventud;
eso se puede leer en sus manos,
en sus rasgos dormidos.
Qué cansado está, qué cansado.
Le dije viejo, y después recordé
mi propia edad, y noté que es probable
que no sea mayor. Pero en esa dimensión
que avanza con nosotros y, a la vez, está quieta
como la burbuja de un nivel de carpintero,
yo tengo catorce años, y voy mirando las caras que
vi todos los días en el tren que va a Londres,
y con las que nunca hablé; o juego a adivinar
a partir de un zapato qué cara
encontraré si levanto la vista.
Cada uno en su interior tiene una edad detenida
(o a veces dos) que no puede expresarse.
Este hombre debe
tener unos diez años, pasa unas horas al día
en un aula atestada, y muchas más
trabajando en el campo; es un chico siempre
haciendo planes para ir a pescar el domingo.
El tren cruza rápido la oscuridad
(la oscuridad italiana, al parecer)
con su carga de gente, cada uno
con un destino a sabiendas, cada uno
con una edad conocida y esa otra,
la oculta --- excepto aquellos
que todavía son jóvenes, o no pero sí más lentos para enfocar,/
que todavía no alcanzan ese estado del ser
que se vuelve
no un punto de anclaje sino un nodo
en torno al cual la mente evoluciona, las reflexiones orbitan,/
los sucesos se acumulan--- un centro.
............................................................Una chica de trenzas
se sienta, invisible, en el asiento de atrás
cómoda con su soledad.Y enfrente de ella
un chico invisible, sueña. Ella sabe
que no puede imaginar sus sueños. Muy rápido
atravesamos nuestra vida; rápido, sin detenerse el tren
salta y rebota rumbo a los campos dormidos,
nuestra quietud ignorada
mantiene el nivel como el agua encerrada en el vidrio.





(de "Selected Poems", 
New Directions Publishing Corporation, 2002)

Versión en castellano de Sandra Toro


No hay comentarios: