Retazos de luna
descartados oscilan en el agua rota
pero la luna del cielo
entera, más allá de todo
sacrilegio
parece hablar consigo misma sobre
la confección de una vida:
Sólo una vez
Todo aquello que, por ser llama
y canción y concedernos alegría,
creímos que volveríamos a ser, a hacer, a visitar
sucede que ha sido lo que fue
esa única vez, cada invitación no
es el comienzo de una serie,
de una construcción: la maravilla
no aconteció en nuestra vida, ni nuestra historia
se opaca con su ausencia: pero no
esperes volver por más.
Lo que tenga que ser, va a ser
único como fue único aquello. Trata
de reconocer la próxima
canción por su aura en llamas como un
presente absoluto, como un ahora o nunca.
(de “The Great Unknowing: Last Poems”
New Directions Publishing Corporation, 2000)
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