martes, 25 de septiembre de 2012

EL MANANTIAL



No, no digas que no hay agua
para aliviar lo seco de nuestro corazón.
Yo vi

el manantial que brotaba en la pared de piedra
y a vos, bebiendo. Y yo también
delante de tus ojos

encontré una saliente y trepé
a tomar el agua fresca.

La mujer que estaba ahí, tapando el sol para ver,

fruncía el ceño —y no por
escatimar el agua,

sino porque esperaba
hasta vernos saciados
y frescos.

No, no digas que no hay agua.
El manantial está ahí, entre sus rocas
ribeteadas verdes y grises,

ahí sigue y siempre va a estar
con su canción silenciosa y su raro poder
de brotar en nosotros
a través de la piedra.





The Fountain
 
Don’t say, don’t say there is no water
To solace the dryness at our hearts.
I have seen

The fountain springing out of the rock wall
And you drinking there. And I too
Before your eyes

Found footholds and climbed
to drink the cool water.

The woman of that place, shading her eyes,
Frowned as she watched—but not because
she grudged the water,

Only because she was waiting
to see we drank our fill and were
refreshed.

Don’t say, don’t say there is no water.
That fountain is there among its scalloped
green and gray stones,

It is still there and always there
with its quiet song and strange power
to spring in us,
up and out through the rock.


 

(de "Poems, 1960-1967", New Directions Publishing, 1983.) 
Versión en castellano de Sandra Toro

domingo, 23 de septiembre de 2012

PARED



Cuando la gran V plateada del mar distante
se levanta, encabritándose
entre las colinas que la sujetan,
¿no sentís que podrías galopar*
veloz como un huracán y lanzarte
contra su pared, su pared azul
araña de plata,
y pasar como Alicia
a través del espejo ciego?




WALL

When distant ocean's big V of silver
reaches straight up, rearing
between the hills that hold it,
don't you feel you could go and go
swift as hurricane till you
flung yourself at its wall, its
blue wall of spider silver,
and passed like Alice
into blind mirror?



* "Go and Go" fue un purasangre de carreras Irlandés, famoso por ganar la Triple Corona de la hípica estadounidense en 1990.





(de "Sands of the Well", New Directions Publishing, 1998.)
Versión en castellano de Sandra Toro

viernes, 14 de septiembre de 2012

POEMA DE AMOR



Lo que me das es

el sol extraordinario
que derrama su luz
                            en los árboles atónitos

Una rama
de moras, balanceándose

bajo las patas de un pájaro.

Sé de otros
placeres- destilados de raíces,
tienen un gusto amargo, y aún así
de ellos tengo sed.

Pero vos-
vos me das
el destello dorado del sol
en la medianoche
del cuerpo,
el calor de un mediodía de otoño
entre las sábanas nocturnas.










LOVE POEM





What you give me is


the extraordinary sun
splashing its light
                             into astonished trees.
 

A branch
of berries, swaying

under the feet of a bird.

I know
other joys-they taste
bitter, distilled as they are
from roots, yet I thirst for them.

But you-
you give me

the flash of golden daylight
in the body's
midnight,
warmth of the fall noonday
between the sheets in the dark.





(De "Poems 1972-1982", New Directions Publishing Corporation, 2001)
Versión en castellano de Sandra Toro







miércoles, 12 de septiembre de 2012

MANOS VACÍAS




De noche los cimientos se derrumban.
La imagen de Dios se forjó
en una aleación de metal. Un leve estruendo
cuando cae de su nicho.

Duelen las partes de tu cuerpo,
separadas, ominosas,
unidas solo por estar adentro
de una piel gastada. Las convicciones

viran y se dispersan
como pájaros blancos que huyen.

Al final te dormís, para despertar
con la misma sensación: girar a la deriva
en medio del océano
con una estela de amarras detrás.

Y cuando por fin abrís
los ojos reticentes, ves que es un día
de sol. Caminás
hasta la orilla verdadera.

Una capa de mugre
cubre la ciudad. Pero entre los árboles
hay calma; en el pasto, esparcidas,
las primeras hojas secas
y un brillo de rocío. La noche

se queda con vos, pero tu atención
se aparta
a saborear la luz otoñal, que cae
en tus manos vacías.




EMPTY HANDS

In the night foundations crumble.
God's image was contrived
of beaten alloy. A thin clatter
as it tumbles from its niche.

Parts of your body ache,
each separate, ominous,
linked only by emplacement within
a worn skin. Convictions

wheel and scatter,
white birds affrighted.

In time you sleep. But wake
to the same sensation: adrift
mid-ocean, frayed mooring ropes
trailing behind you, swirling.

Yet when you open
unwilling eyes, you see the day
is sunlit. You walk
down to the real shore.

Over the city,
a scum of brown. But it is quiet
among the trees, grass
strewn with first-fallen leaves,
a sheen of dew. The past night

remains with you, but your attention
is drawn away from it
to taste the autumn light, falling
into your empty hands.




(de "Sands of the Well", New Directions Publishing, 1998.)
Versión en castellano de Sandra Toro.